jueves, 24 de noviembre de 2016

Locuciones verbales




Las frases hechas o locuciones verbales (loc. verb.) son expresiones que incluyen un verbo y tienen una forma fija e invariable y con un significado especial, que no es el resultado de sumar los significados de las palabras que la forman: "dar una de cal y otra de arena", "ponerse morado", "mantenerse en sus trece", "valer lo mismo para un roto que para un descosido"...  Se usan en el lenguaje coloquial, es decir, son propias de la conversación informal, esto viene indicado en el diccionario con la abreviatura coloc.

Las locuciones verbales aparecen al final de las entradas del diccionario, después de las distintas acepciones o significados, pero ¿cuál de las palabras que contiene una locución es la que debemos buscar?

  1. Si hay un nombre, búscalo (si hay más de uno, elige el primero) 
  2. Si en la frase hecha no hay nombre, pero hay un verbo, búscalo (si hay más de uno, elige el primero) 
  3. Si no hay nombre, ni verbo, busca el adjetivo. 

Actividades


1. Busca en el DRAE y anota en tu cuaderno el significado de las siguientes locuciones verbales:
  • Ser pan comido.
  • Cantarle a alguien las cuarenta.
  • Echar o tirar la casa por la ventana.
  • Ahogarse en un vaso de agua.
  • Sacar los trapos sucios.
  • Tirar la toalla.
  • Marear la perdiz.
  • No dar palo al agua.
2. Y una curiosidad. ¿Eres capaz de localizar en Internet el origen de la expresión "tirar la casa por la ventana? Explícalo de forma resumida en tu cuaderno.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Expresiones coloquiales




En este álbum de un profesor de ELE (español como lengua extranjera) podemos encontrar un montón de expresiones coloquiales. En muchas de ellas se usan palabras con sentido figurado. ¿Sabes lo que significan?


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Tatuaje, de Ednodio Quintero

Ilustración de Joel Andrade


Cuando su prometido regresó del mar, se casaron. En su viaje a las islas orientales, el marido había aprendido con esmero el arte del tatuaje. La noche misma de la boda, y ante el asombro de su amada, puso en práctica sus habilidades: armado de agujas, tinta china y colorantes vegetales dibujó en el vientre de la mujer un hermoso, enigmático y afilado puñal.

La felicidad de la pareja fue intensa, y como ocurre en esos casos: breve. En el cuerpo del hombre revivió alguna extraña enfermedad contraída en las islas pantanosas del este. Y una tarde, frente al mar, con la mirada perdida en la línea vaga del horizonte, el marino emprendió el ansiado viaje a la eternidad. En la soledad de su aposento, la mujer daba rienda suelta a su llanto, y a ratos, como si en ello encontrase algún consuelo, se acariciaba el vientre adornado por el precioso puñal.

El dolor fue intenso, y también breve. El otro, hombre de tierra firme, comenzó a rondarla. Ella, al principio esquiva y recatada, fue cediendo terreno. Concertaron una cita. La noche convenida ella lo aguardó desnuda en la penumbra del cuarto. Y en el fragor del combate, el amante, recio e impetuoso, se le quedó muerto encima, atravesado por el puñal.

Actividades

  1. ¿Qué persona gramatical usa el narrador del texto? ¿Crees que es externo o interno? ¿Por qué?
  2. ¿Cuántos personajes aparecen? ¿Quiénes son? ¿De qué tipo son? ¿Cómo se dan a conocer?
  3. Haz un breve resumen del argumento.
  4. Del tiempo externo no se nos dan muchas pistas, pero ¿cuál es el tiempo interno de la narración?
  5. ¿Qué te ha parecido este relato? Da tu opinión sobre el mismo en un comentario a esta entrada.

martes, 15 de noviembre de 2016

La raya de diálogo

  • La raya del diálogo sirve para indicar la intervención de cada uno de los personajes de un relato. Se escribe siempre en el inicio de dicha intervención, y no hay que dejar espacio entre la raya y el texto del parlamento.
—¿Dígame?
—Papá, soy yo.
—Jacobo, hijo. Qué alegría oírte. ¿Cómo estás?
  • En textos narrativos, la raya se utiliza para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes. No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje:
—¿No puedes dormir? —pregunta la madre atándose el cordón de la bata, y se sienta junto a su hija en la mesa de la cocina.
  • Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación:
—¡Tu marido es retrasado! —estalló enfadada la tía Ana.