Procedencia de la imagen |
TILDE, de Pablo Núñez
Sé que aún no me haces demasiado caso, mas si quieres ser escritor, deberías conocer cuándo y dónde debes ponerme para que dé a cada palabra lo que se espera de mí. Cómo sufro si mi ausencia deja huérfana a una letra, sin su merecido protagonismo. Aun en los vocablos más pequeños, mi presencia en sí es tan necesaria cual a un británico la hora del té. Así que escoge bien cuál es el lugar que me corresponde, si quieres que tu pluma no te abandone. Y cuando dudes alguna vez, ya sabes la regla que debes usar, ¡qué narices!