martes, 18 de abril de 2017

Determinantes y pronombres

El torturador

A Chema, por su paciencia 



Un individuo coge unas tijeras y las muestra amenazantes a diez centímetros de sus ojos. Tal vez pretenda sacárselos. También le enseña una navaja bien afilada y dos aparatos de tormento. Uno de ellos emite un sonido infernal, como la podadora con la que corta la hierba el abuelo. El otro deja escapar un ruido de tornado muy fuerte, como un huracán que le golpea la cabeza con viento caliente. El sujeto le corta en cachos muy pequeños las partes más finas de su cuerpo y él no puede hacer nada. Está bien sujeto. Lágrimas y pelo se funden en la cara del niño, como una lluvia de pinchos mojados. Los olores a champú y laca le sacan del quicio y patalea, grita, llora. Está histérico. Al final del suplicio el torturador intenta ganárselo con un sugus de limón, pero aunque ha dejado las tijeras lejos, no se fía. Su pelo está en el suelo. Ese lugar es el infierno. Era su pelo. Su pelo. Pelo. Pelo. Pelo. Pelo. Pelo.

Manu Espada 

El peluquero que consiguió que un niño autista superara su miedo a cortarse el pelo



James Williams es un peluquero galés que ha conquistado a Internet gracias al emotivo gesto que tuvo con Mason Davies, un niño autista al que sus padres llevaron a su negocio. Mason tenía miedo a que le cortaran el pelo. Cuando James se acercaba con las tijeras salía corriendo. Pero James encontró la solución y así lo reflejó en redes sociales.

"Mason, quien hace algunos meses fue diagnosticado con trastornos del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés) así que en los últimos meses he estado intentando diferentes formas para cortarlel pelo. No me permitía acercarme a sus orejas y corría si no lo soportaba. Pero hoy finalmente lo conseguí cuando ambos nos tiramos al suelo en silencio y él me permitió que le cortara el cabello y le di su primer corte apropiado".